Pros y contras de cerrar la terraza
Si hay algo que es realmente típico de España, es hacer los pisos siempre con terraza. Al mismo tiempo, si hay algo que es especialmente típico de nuestro país es, justamente, cerrar esas terrazas para que el salón pueda ganar más espacio. Así, lo cierto es que una de las reformas que más se hacen en todos los pisos de Ontinyent es la de cerrar la terraza para darle unos metros más a la casa. Una vez hecho, esta obra rara vez es deshecha.
Sin embargo, varios expertos inmobiliarios coinciden en que no es algo que deba hacerse a la ligera. Una terraza ofrece unas soluciones a un piso muy particulares y sólo deberíamos renunciar a ellas por una buena razón. Así, lo mejor es siempre tener en cuenta qué tipo de casa tenemos, qué uso estamos haciendo de ella y si nos compensa o no reformar nuestro piso en Ontinyent para quitarle esa terraza y hacer un poco más grande el salón.
Los pros de cerrar la terraza:
Una de las principales ventajas que se aducen a la hora de lanzarnos a cerrar la terraza de nuestro piso es el hecho de que se gana espacio. Desde luego, si la intención es buena, lo cierto es que no siempre puede conseguirse. Cerrar una terraza tiene sentido cuando lo que estamos haciendo es hacer que el salón (y por consiguiente la casa) gane unos metros cuadrados de espacio útil. Sin embargo, ciertas terrazas o bien no son cerradas de forma correcta o bien, por sus características arquitectónicas, no pueden ser cerradas de esta manera; por lo que existe el riesgo de que acabemos teniendo un salón igual de grande con vistas al trastero.
Otra de las ventajas de tener una terraza es de carácter económico. Si bien es cierto que en ocasiones una terraza que no pueda integrarse en el salón puede ser un inconveniente, en muchas otras ocasiones puede ser una bendición. Así, contar con un espacio cerrado entre el salón y la calle permite que actúe como regulador térmico y conseguir bajar sensiblemente la factura de la calefacción o del aire acondicionado al aislar mucho mejor la propiedad.
Finalmente, otra gran ventaja de cerrar la terraza de nuestro piso puede ser el hecho de ganar en privacidad. En Ontinyent, en muchas ocasiones, los pisos de la acera de enfrente están demasiado cercanos y contar con una terraza puede quitarnos la privacidad que queremos y que podemos tener gracias a un cerramiento con cristales más opacos o que reflejen la luz.
Los contras de cerrar la terraza:
Pero para ser justo, hay que hablar también de las partes negativas de cerrar una terraza. Entre ellas, está el hecho más evidente de todos que es la capacidad de poder disfrutar de esta parte de la casa. Así, una terraza nos permite tomar el sol, comer, disfrutar de la brisa y de la temperatura agradable en los meses en los que no haya ni demasiado frío ni demasiado calor. De cierta manera, contar con una terraza en nuestro piso en Ontinyent es una manera de tener lo más parecido a un jardín en la ciudad.
Y es que otra de las ventajas de contar con una terraza es el poder practicar la jardinería o tener un espacio en el que las mascotas puedan estar más cómodas y sin ensuciar demasiado el resto de la casa. Así, mascotas como pequeños roedores o reptiles que necesiten mucha luz y calor pueden estar perfectamente en la terraza en ciertas épocas del año de forma mucho más confortable a como estarían dentro.
Por último, otro de los contras de cerrar la terraza de nuestro piso en Ontinyent viene del hecho de que cerrar una terraza no deja de ser una obra con todo lo que conlleva: un gasto, un presupuesto y, también, una licencia de obras otorgada por el ayuntamiento con todas las complicaciones burocráticas que esto implica y el gasto anejo.
En conclusión, nuestra recomendación de cara a la terraza es que a la hora de comprar un piso en Ontinyent tengamos en cuenta si lo queremos con terraza o no y, también, que tengamos en cuenta las posibles obras que vamos a realizar a continuación. Hay que tener en cuenta que no hay una respuesta universal que valga para todo el mundo ya que no todas las personas y familias tienen las mismas necesidades y la terraza que es una bendición para unos, puede ser una maldición para otros.