La ermita de Sant Esteve es uno de esos parajes que pueden pasar desapercibidos por los no autóctonos, pero que encierra un encanto muy especial. Si estás listo para descubrirlo, ¡sigue leyendo!
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Muchos de los que vienen a descubrir nuestra provincia se dejan seducir por la costa y por ciudades con playa como Cullera, Gandía y la propia capital.
Pero a poca distancia, en el interior, hay enclaves que merece mucho la pena visitar. Nuestra ciudad es una de ellas, llena de rincones por descubrir como la ermita de Sant Esteve, que se encuentra a unos 8 kilómetros a las afueras de Ontinyent.
Este precioso lugar está catalogado como Bien de Relevancia Social y se considera parte del Patrimonio Cultural Valenciano. Un lugar pintoresco al que puedes dedicarle toda la una jornada de turismo rural.
Historia de Sant Esteve
La ermita de Sant Esteve se construyó en el siglo XVII y, aunque hay textos que la datan en 1666, se suele situar la horquilla entre ese año y 1702. Se restauró a principios de los años 90 del pasado siglo y hoy muestra sus muros de piedra desnuda en lugar de las paredes encaladas que tuvo con anterioridad.
En cuanto al interior, tiene un atrio previo prácticamente cerrado, excepto por los dos arcos apuntados de la parte central. La cubierta es a dos aguas y está hecha con teja árabe. En el altar se conserva la imagen de San Esteban, que se considera el patrón de la comarca.
Para completar la descripción de este lugar, añadiremos que el interior ofrece refugio a excursionistas y montañeros. A un lado hay un hogar de fuego rústico y al otro, un viejo aposento de ermitaños.
Cómo llegar a Sant Esteve
Si te animas, puedes llegar a la ermita de Sant Esteve a pie o en bicicleta desde Ontinyent. Lo más habitual es seguir la avenida Vicent Gironés, en el barrio de San Rafael, y continuar por el conocido camí de les Boles una vez se llega al cruce con la carretera de Moixent.
Está bien señalizado y, además, el camino transcurre separado de la carretera para mayor seguridad de los excursionistas.
Si prefieres una alternativa, puedes optar por el camino de “ca Cristina”, que sale entre los puntos kilométricos 46 y 47 en la carretera CV-660, que une Ontinyent y Fontanars dels Alforins. Sin embargo, este no se encuentra tan bien señalizado como el anterior.
Si vas en coche o cualquier otro vehículo a motor, puedes optar por la primera opción. La carretera está bien asfaltada y te llevará sin problemas a la ermita, y puedes aparcar en el parking habilitado junto a ella.
Qué hacer en este paraje
Lo imprescindible es dejarse maravillar por las vistas, sobre todo en días despejados. La ermita de Sant Esteve se sitúa en un paraje natural y se eleva a unos 780 metros de altura, así que te permite tener excepcionales panorámicas de Ontinyent, el valle de Albaida, las montañas de la sierra de Mariola y las localidades cercanas.
(fuente)
Desde luego, es un lugar para tomar aire y perspectiva.
Hecha la exploración y la visita a la ermita de Sant Esteve, puedes pasar el resto de la jornada en la explanada inferior, donde tienes bancos, mesas y paelleros para sentarte o comer. Eso sí, si vas en verano evita las horas centrales del día, pues hay poca sombra.
Si quieres pasar una noche de silencio y desconexión, puedes quedarte a dormir en el interior de la ermita que, como te comentamos, alberga en su interior un refugio. Tendrás que llamar al Ayuntamiento para que te den las llaves si procede, además de las explicaciones de rigor.
Para completar tu excursión, tienes a poca distancia el Pou Clar y Pou l’Olleta, una visita obligada en Ontinyent y que harán tu escapada de lo más completa.
Fiestas de Sant Esteve
No podemos acabar este post dedicado a la ermita sin mencionar las fiestas de Sant Esteve o San Esteban, organizadas por el Centro Excursionista de Ontinyent.
Se celebran durante la segunda quincena de julio y concentran varios actos comenzando con la cena y proclamación de la Reina y sus Damas Honor, además del encendido de la hoguera. Quienes prenden el fuego son los llumeners, que conmemoran el encendido que antiguamente tenía lugar en la ermita.
Al día siguiente es la mañana de la romería, en la que tiene lugar todo un festival folclórico. Equipados con el tabal y la dolçaina, los organizadores y participantes invitan al pueblo a unirse a las fiestas. Una vez en la ermita, se celebra la misa y tiene lugar el almuerzo campestre en las inmediaciones.
Conclusión
Vengas cuando vengas, las vistas que te ofrece la ermita de Sant Esteve en Ontinyent merecen mucho una visita y pasar una jornada campestre en buena compañía para desconectar de tu rutina.
Ya lo ves, la Comunitat Valenciana no es solo playa: el interior tiene mucho que ofrecerte y la ciudad de Ontinyent es un destino que sin duda, te sorprenderá por sus parajes naturales y fiestas populares.
Dinos, ¿ya conocías este paraje ontinyentí? Te leemos :)
Fuente imagen principal: Flickr