La ciudad de Valencia enfrenta una grave crisis en el sector de los alquileres debido al auge descontrolado de los apartamentos turísticos. Ante la presión vecinal y el aumento exponencial de solicitudes para nuevos apartamentos turísticos, con más de 500 solo en mayo, el Ayuntamiento ha aprobado por unanimidad una moratoria de licencias para estos establecimientos.
Esta medida, considerada "muy necesaria" por las autoridades, busca establecer una regulación que proporcione seguridad jurídica y tranquilidad a los residentes. La moratoria se fundamenta en un informe de los técnicos de urbanismo que advierte del agravamiento exponencial del fenómeno en los últimos meses. La intención es frenar el crecimiento desmedido de los apartamentos turísticos que está afectando la convivencia en varios barrios.
Durante el año que durará la moratoria, se desarrollará una regulación sensata que incluirá modificaciones en el plan general (PGOU) para ordenar el sector. Las nuevas normas urbanísticas no afectarán a las licencias de hoteles ni a los bloques enteros de apartamentos, pero sí establecerán reglas claras para los edificios residenciales. En estos, los apartamentos turísticos solo se permitirán en primeras plantas con accesos diferenciados.
La regulación también se centrará en la conversión de plantas bajas y locales comerciales en apartamentos turísticos, para evitar la saturación en zonas como Ciutat Vella, l'Eixample y el Marítimo. Se establecerán porcentajes de licencias permitidas en cada barrio, basados en un análisis detallado de su situación actual. Asimismo, se intensificarán las inspecciones para combatir la actividad ilegal en este sector.
La moratoria entrará en vigor con la publicación del acuerdo plenario, solicitado por vía de urgencia. A partir de ese momento, no se tramitarán nuevas declaraciones responsables ni solicitudes de licencia para nuevos apartamentos turísticos. Sin embargo, las declaraciones responsables presentadas antes de la moratoria no se verán afectadas. Se revisarán las solicitudes presentadas en abril y mayo, que podrían haberse presentado apresuradamente ante el anuncio de la moratoria.
Desde el inicio del año, se han registrado 733 solicitudes de licencia de viviendas turísticas, casi el doble que en 2023. En mayo, las solicitudes se dispararon a 506, un fenómeno que algunos atribuyen al "efecto llamada" por las facilidades del nuevo gobierno en la concesión de licencias, una afirmación que las autoridades niegan categóricamente. Esta situación refleja la urgente necesidad de una regulación más estricta para proteger el derecho a la vivienda de los residentes de Valencia y asegurar una convivencia armoniosa en la ciudad.